20/Enero/2021.
“Nunca le hables con aspereza a un hombre mayor, sino llámale la atención con respeto como lo harías con tu propio padre. Dirígete a los jóvenes como si les hablaras a tus propios hermanos. Trata a las mujeres mayores como lo harías con tu madre y trata a las jóvenes como a tus propias hermanas, con toda pureza.”
1 Timoteo 5:1-2 NTV.
Todos nos equivocamos, a veces de maneras conscientes o inconscientes. No hay ni uno solo de los hijos de Dios que logré caminar a la perfección en santidad, y de eso debemos ser conscientes todos. Siendo pastor o líder de los jóvenes, Dios me ha hablado de diferentes maneras, entre ellas a no ceder ante mis impulsos, no porque alguien me cuente algo por más grave que sea, debo actuar de manera agresiva o gritarle a la persona por lo que hizo. Lo mejor que he entendido es que debo pensar antes que cualquier otra cosa: ¿Cómo hubiera actuado Cristo en esta situación? Y a partir de ahí, pensar fríamente como debo responder a lo que escucho.
Tristemente, muchos de nosotros, nos dejamos llevar por lo que las personas hacen o dicen, parece ser que preferimos actuar en base a nuestras emociones o el calor del momento, pero Pablo le enseña otra cosa a Timoteo en la carta 1 Timoteo pues, siendo un pastor muy joven, Timoteo debía aprender a como actuar, y si en el capítulo 4 Pablo le habla acerca de como debe actuar un siervo de Jesucristo, en el capítulo 5 le hablara de como debe ser su trato con las otras personas. Algo que me llama mucho la atención es ver la primer frase con la que inicia Pablo su discurso a Timoteo en esa sección:
“Nunca le hables con aspereza a un hombre mayor, sino llámale la atención con respeto como lo harías con tu propio padre...”
¡Increíble enseñanza! Pablo le recuerda a Timoteo que según la cultura judía o hebrea, los ancianos eran vistos como personas de gran estima (Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová. (Levítico 19:32) Corona de honra es la vejez que se halla en el camino de justicia (Proverbios 16:31)). Pablo, le recordaba que un anciano era de gran estima ante el pueblo y debía ser tratado con respeto, por lo que el hablarle con aspereza podría ser tomado como eso, una falta de respeto para estás personas, hay una gran diferencia entre exhortar y regañar, algunas personas creen que se refieren a lo mismo pero no es así, mientras que un regaño es: “Reñir a una persona o expresar con tono, palabras y gestos de enojo la desaprobación a causa de su actuación o su comportamiento. | Enojarse [una persona] con otra y demostrarle el enfado con palabras de desprecio y ofensa.” Exhortar se refiere a: “Incitar [una persona con autoridad o derecho] a otra a hacer una cosa o a actuar de cierta forma, mediante razones o ruegos.” Y no solo eso, Pablo le insta a que haga lo mismo con las ancianas y a todos los demás, la frase correcta es, que los tratará como si se tratasen de su propia familia.
Lamentablemente, el respecto se ha perdido mucho entre creyentes, no debemos olvidar lo hermoso que es tratar con honor y respeto a quienes deben ser tratados así y a lo demás, siempre tratarlos como si se tratase de nuestra propia familia. Ruego a Dios que podamos entender esto, que nunca se nos olvide el buen trato y respeto entre lo hijos de Dios.
Aplicaciones:
- Tratemos a todos, no solo a los de la familia en la fe, con el respeto que se merecen.
- No nos dejemos llevar por emociones ni por el calor del momento, analiza, piensa y reflexiona en como será tu respuesta para con los demás.
- El buen testimonio inicia cuando puedes reflejar a Cristo en tu carácter, por lo tanto, en cada circunstancia pregúntate: ¿Cómo actuaría Cristo en esta situación? En base a tu respuesta, actúa así.
Néstor Rodríguez.
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