31/Enero/2021.
“Amados hermanos, pensamos que tienen que estar al tanto de las dificultades que hemos atravesado en la provincia de Asia. Fuimos oprimidos y agobiados más allá de nuestra capacidad de aguantar y hasta pensamos que no saldríamos con vida. De hecho, esperábamos morir; pero, como resultado, dejamos de confiar en nosotros mismos y aprendimos a confiar solo en Dios, quien resucita a los muertos. Efectivamente él nos rescató del peligro mortal y volverá a hacerlo de nuevo. Hemos depositado nuestra confianza en Dios, y él seguirá rescatándonos, y ustedes nos están ayudando al orar por nosotros. Entonces mucha gente dará gracias porque Dios contestó bondadosamente tantas oraciones por nuestra seguridad.”
2 Corintios 1:8-11 NTV.
Hace unos años atrás, platicaba con una persona que me dijo la siguiente frase: “Dios aprieta, pero no ahorca”. Le pregunte a que se refería con eso y me dijo: “Dios nunca te va a dar una prueba más allá de lo que puedas soportar”. Mi primera reacción (lo admito) fue de incredulidad. Porque, realmente cuando fui a mi biblia, no podía creer que alguien creyera que la prueba era igual a la tentación o viceversa. Me doy cuenta que mucha gente piensa igual, creen que cuando Pablo habla de tentación, también habla de pruebas.
En otro pasaje, Pablo expresa lo siguiente:
“Si ustedes piensan que están firmes, tengan cuidado de no caer. Las tentaciones que enfrentan en su vida no son distintas de las que otros atraviesan. Y Dios es fiel; no permitirá que la tentación sea mayor de lo que puedan soportar. Cuando sean tentados, él les mostrará una salida, para que puedan resistir. Por lo tanto, mis queridos amigos, huyan de la adoración a los ídolos.” - 1 Corintios 10:12-14 NTV.
Pablo en este pasaje, recuerda la idolatría que Israel vivió y la usa como ejemplo para decirle a los creyentes que ese ejemplo debía servir para no repetir lo que los antepasados habían hecho antes. Hoy en día, cuando pensamos en una prueba, la mayoría de nosotros no queremos atravesarla, porque sabemos que será difícil. Sabemos que será un tiempo complicado y siendo honestos, a nadie le gusta pasar por tiempos difíciles.
Amigo lector, pudiera contarte sin fin de experiencias donde parecía que la prueba en mi vida o en mi familia no terminaba. Años donde queríamos decirle a Dios: “Ya basta Señor, ya es suficiente”. Pero cuando veo el ejemplo de Pablo en los versículos iniciales, cuando atravesó esa prueba que puso en peligro su vida, no veo a un Pablo que le pedía a Dios que quitará el tiempo difícil, por el contrario, veo a un Pablo gozoso y aunque pensó que iba a morir, al final, agradece al Señor porque le enseña a depender totalmente de ÉL y solo de ÉL.
En estos tiempos de pandemia, muchos de nosotros quisiéramos que el COVID pasará pronto, quisiéramos poder regresar a la “vida normal” que teníamos antes de la pandemia e incluso, tentemos planes “para cuando termina este tiempo”. Pero en vez de quejarnos, deberíamos voltear al cielo y decir:
Gracias Señor, porque estás permitiendo esta pandemia a nivel mundial. No permitas que mi FE se derrumbe, sino que, sea fortalecida por tu Gracia y Amor...
en medio de la prueba.
No se tú, querido lector, pero cada vez que llega un tiempo difícil a mi vida, doy gracias a Dios, porque no se cuanto tiempo va a durar o que traerá. No se por cuales dificultades he de pasar, pero si tengo presente lo que dijo Pablo: “ De hecho, esperábamos morir; pero, como resultado, dejamos de confiar en nosotros mismos y aprendimos a confiar solo en Dios, quien resucita a los muertos. Efectivamente él nos rescató del peligro mortal y volverá a hacerlo de nuevo. Hemos depositado nuestra confianza en Dios, y él seguirá rescatándonos”.
¡Alabado sea Nuestro Dios, por las dificultades y las pruebas que permite en nuestra vida!
Néstor Rodríguez.
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