17/Enero/2021.
Josué 1:1-9 RVR60
He visto citas de este pasaje numerosas veces en todo tipo de material bíblico, que nos anima a ser esforzados en lo que hagamos ya que Dios promete que siempre estará con nosotros. Y claro que Dios promete esto en un caso muy particular le habla a Josué antes de entrar a la tierra prometida.
“Escucha lo que te mando: Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo por dondequiera que vayas.»” - Josué 1:9.
Si bien es un versículo de mucho ánimo para los que tenemos la fe puesta en Dios, no debemos tomarlo de manera literal en nuestros proyectos esperando que Dios prospere nuestros planes. No quiero decir que, debemos esforzarnos por conseguir algo material como un auto o una casa ni esperar que Dios me lo de a toda costa; las promesas de Dios no tienen que ver con obtener algo material, sino, que me esfuerce en la salvación venidera, que es lo que ÉL nos ha prometido. Muchos creyentes confunden que al aplicar está porción a su vida, significa que Dios te dará todo lo que tú deseas o quieras conseguir, debemos recordar las palabras de Pablo:
“Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo. Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos.” - Efesios 1:3-4 NTV.
Para el creyente la tierra prometida es el cielo al lado de Dios, esa es nuestra esperanza y nuestro deseo, ya que nada en esta tierra nos pertenece. Pablo nos recuerda en la carta a los efesios quien es el príncipe de este siglo, y de la tierra, y todo lo que deseamos en ella:
“los cuales en otro tiempo practicaron, pues vivían de acuerdo a la corriente de este mundo y en conformidad con el príncipe del poder del aire, que es el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia.” - Efesios 2:2
Josué estaba por pelear por las tierras que Dios ya había entregado a su pueblo pero debía pelear sin tener un ejército mucho menos preparación de guerrero, pero confió en Dios y él se esforzó para pelear como si él supiera hacerlo, en otras palabras confío en Dios, sabía que no debía confiar en su propia capacidad, ni inteligencia. Cómo hijos de Dios confiamos en que él regresara y que la guerra ya está ganada pero debemos seguir peleando la batalla aquí contra las pruebas que Dios nos mande. Pobreza, persecución, tristeza, pérdida, rechazo etc. Cristo venció en la Cruz y el regalo de la vida eterna ya lo tenemos seguro.
Dios ha vencido la pregunta es: ¿Tienes la Fe de Josué? Entonces esfuérzate y sé valiente, sea cual sea la voluntad de Dios en tu vida.
Aplicaciones:
- Sea por lo que estés pasando ora a Dios para pedir su guía, recordando que no todo pasará como quieres.
- Recuerda las promesas de Dios dadas a su pueblo y anímate leyendo lo que Dios ha hecho por nosotros, y que como a Josué ya nos dio la victoria por medio del sacrificio de su hijo.
- Pregunta a los hermanos de la fé si puedes orar por ellos o ayudarles, seamos conscientes de los hermanos que sufren y padecen, no todos pasamos las mismas pruebas.
Mariana Barbosa.
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