19/Enero/2021.
“Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.”
Colosenses 1:15-16 RVR60.
Continuando con la serie basada en el libro de Colosenses, es importante no pasar por alto la gran necesidad de entender quien es Cristo mismo. Como tal se podía presentar una apología de la Persona de Cristo que era atacada por las enseñanzas del gnosticismo antiguo así como actualmente enseñanzas del Arrianismo donde se deseaba subordinar a el Hijo, creyendo que no existía Dios el Padre y al mismo tiempo Dios el Hijo, sino que Dios el Padre creo al Hijo. En el contexto inmediato de nuestra cita bíblica encontramos un ancla base en la Carta, Cristo la imagen (ει κων), la imagen misma de Dios, Jesucristo Dios y hombre al mismo tiempo vemos a Cristo exaltado por su deidad, desde el principio de la creación, a Cristo mismo al lado del Padre y de Su Espíritu creando todo, y a su vez, Dios encarnado (Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros -y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre-, lleno de gracia y de verdad. - Juan 1:14).
La imagen que no hemos contemplado de Dios mismo la encontramos en la Persona misma del Hijo, el autor de Hebreos nos recuerda que la máxima revelación de Dios la vemos en la Persona de Jesucristo. En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;
“El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder.”
Hebreos 1:2-3.
Y, ¿adivina que? Cristo mismo las creo para la gloria suya, así es, Dios es glorificado por la creación:
“Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría.”
Salmo 19:1-2.
El inicio de la vida de Jesucristo no es en Belén de Judea, Jesucristo existía desde antes de la Creación lo cual lo hace ser Dios mismo. Y hablando de una enseñanza de esta Carta trayendo a nuestra actualidad, el Gnosticismo sigue existiendo de maneras variadas, la Persona y la Obra de Jesucristo sigue siendo atacada, pues si estos logran desplomar este fundamento, lo cual es imposible, de la misma Biblia, todo el universo y lo existente dejaría de funcionar de manera perfecta, pues Dios mismo sostiene todas las cosas. Valorando la misma Palabra ¿Quién piensas tu quien es el Cristo? Esta misma pregunta Jesucristo le hizo a su circulo más privado de discípulos:
Aquí contemplamos a Cristo mismo el Creador de todas las cosas tanto las que nuestros sentidos pueden percibir y aquellas que no podemos percibir.
“Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?» Ellos dijeron: «Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, que es Elías; y otros, que es Jeremías o alguno de los profetas.» Él les preguntó: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» Simón Pedro respondió: «¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente!»”
Mateo 16:13-16.
Haciendo personal la pregunta: ¿Quién es Jesús para ti?
Solo recuerda que lo que crees de el Hijo de Dios, determina tu comportamiento, y tus principios, involucra tu manera de pensar y tus hábitos.
Paulette López.
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