18/Enero/2021.
“Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados.”
Lucas 17:12-14.
Cuando hablamos de fe puede sonar muy trillado o una palabra muy gastada, algo hasta común en nuestro vocabulario. Podemos decir que todos tenemos fe en algo, hasta aquellos que dicen negar a Dios, o se hacen llamar ateos, creen en algo o alguien. Cuando conocimos al Señor Jesús, él pone fe en nuestra vida, porque como dice la Biblia, parafraseado Romanos 10:17 la fe viene por el oír, y el oír la palabra de nuestro Dios. Hemos escuchado que la fe es como un músculo, crece y se desarrolla a medida que lo ejercitas, un músculo al ejercitarlo se desgarra y cuando se regenera crece. Así nuestra fe al caminar con el Señor vienen dificultades a nuestra vida.
Versículos anteriores en este mismo capítulo de Lucas 17, los discípulos le dicen a Jesus que aumente su fe. Pero si hay algo que siempre debe acompañar a la fe son las obras, como lo dice Santiago 2:14-26. Parece ser un poco complicado poder entender esto, hasta puede llegar a pensarse que es una contradicción, pero estos textos nos dan un ejemplo claro y práctico de lo que es la “Fe que obra”.
Jesus se encuentra con diez leprosos, como sabemos la lepra era una enfermedad que no tenía cura, se consideraba hasta una maldición, era una enfermedad terrible que apartaba al que la padecía de su familia y seres queridos, estaba condenado a vivir en aislamiento esperando morirse, ya que la enfermedad iba pudriendo el cuerpo hasta provocar la muerte.
- V12 Se pararon de lejos, ya que las personas leprosas eran inmundas ante la sociedad, nuestro pecado nos hace inmundo ante Dios, nos aísla de Dios, y no hay cosa que podamos hacer para quitarlo, algo parecido a la lepra.
- V13 Pero esos leprosos sabían que la persona que estaba pasando por ese lugar no era cualquier persona, la fe de ellos estaba puesta en Jesús, que él los podía limpiar, nuestra fe debe estar arraigada y cimentada solo en la persona de Jesucristo.
- V14 Cuando Jesús los vio les mandó ir a los sacerdotes, ¿Por qué de esto? De acuerdo a los capítulos 13 y 14 de Levítico, Dios les había dado las leyes para aquellos que padecían lepra, y era tarea del sacerdote examinarlos y si sanaban de su enfermedad el sacerdote lo declarará limpios y volvían a su hogar.
¿Qué problema, dificultad o aflicción estamos pasando? Que parece ser que no hay solución. Si yo hubiera estado en el lugar de los leprosos tal vez hubiera esperado recibir una palabra de sanidad de parte de Jesus, o ser tocado por él y mi enfermedad sanará, pero Jesús sólo les dijo “Id, mostraos a los sacerdotes.” Sin embargo ellos sin titubear lo hicieron, porque tenían la fe puesta en la persona que lo había dicho, y aquí lo maravillosa dice el versículo “Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados”. No nos menciona si caminaron una hora, diez minutos, diez pasos pero el milagro ocurrió cuando ellos iban obedeciendo a la voz de Cristo. Ahora esto no quiere decir que Dios siempre va a contestar de la manera que yo espero, sino conforme a su voluntad.
Por último en el versículo V15, menciona que uno de ellos se regresó a dar gracias, uno solo, de los diez, y era samaritano, los discípulos le habían dicho a Jesus que aumentara su fe, y ese extranejro les estaba dando una cátedra de lo que era la fe.
Aplicaciones:
- Que nuestra fe este puesta solo en la persona de Cristo y no en nuestras fuerzas.
- Obedece a la palabra de Cristo con fe y sin titubear, camina con el Señor porque mientras vas caminando puede ocurrir el milagro, siempre y cuando sea su voluntad.
- Cualquiera que sea la respuesta de parte de Dios ten un corazón agradecido.
Mario Zavala.
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