25/Enero.
Alguna vez se han preguntado ¿Quién soy? Porque en realidad es algo que surge en todas las personas, en una pregunta que según la filosofía es una pregunta sin respuesta o que es complicado de responder. Y en mi vida la llegue a hacer, y no es algo malo, pero cuando verdaderamente Jesús me mostró quien soy yo fue cuando comencé a comprender muchas cosas, y quizá has olvidado quien verdaderamente eres o simplemente no lo recuerdas, o quizá no has encontrado una identidad.
Todo ser humano busca una identidad, poder identificarse con alguien, y regularmente el mundo te quiere dar una identidad, puede ser que encuentres una identidad, pero ¿está es una verdadera identidad, es una genuina identidad? En realidad, no. Entonces, sí mi identidad no esta en el mundo, ni lo que me pueda ofrecer ¿Dónde está mi identidad, y dónde puedo encontrarla? Tu identidad esta en Cristo, sin duda alguna, pero además de estar en Cristo esa misma identidad te dice quien eres gracias a Cristo.
Y estos son unos ejemplos de la identidad que Cristo nos ha dado:
- Justificado - Romanos 5:1.
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;“
Nosotros éramos merecedores de la ira de Dios, porque desde que Adán cayó en el Edén, ahí fue cuando el hombre comenzó a querer ser como Dios y a querer vivir sin Dios, esto ocasiono una enemistad con Dios, por tanto, lo único que provoco esto es que éramos enemigos de Dios, no había una comunión entre nosotros y Dios.
Pero, ¿qué paso cuando Cristo murió en la cruz por nuestros pecados? Reconcilio lo que estaba roto, dejamos de estar en una lucha con Dios, para comenzar a tener una comunión con Él. Y como lo menciona el texto, nos justificó, nos hizo justos delante de Dios, borrando nuestros pecados y dejando de vernos a nosotros y ahora no ve a “X persona”, sino que ahora te ve a ti a través de Cristo. Muchas veces pensamos que es necesario hacer diferentes actos, porque “queremos ganar el favor de Dios”, pero no, porque ese favor, esa amistad, esa reconciliación nos ha sido dada no por lo que hagamos, sino por lo que Cristo hizo, Cristo fue quien nos dio las paces con Dios, y es que tan pronto hemos creído en Cristo, somos justificados, y tan pronto como fuimos justificados, somos reconciliados con Dios. Cristo nos dio una justificación que no merecíamos, éramos meramente culpables de cada uno de nuestros actos, pero Cristo en su amor nos justificó delante del Padre, así que mí identidad, tú identidad que tengo o tienes en Cristo te ha justificado.
- Completos en ÉL - Colosenses 2:10.
“Y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.”
Cuando estábamos apartados De Dios, el hombre comenzó a crear diferentes estrategias para poder llenar ese vacío que tenemos, y empezamos con diferentes cosas que nos gustan o nos llaman la atención, ahí comenzaron a crear las religiones, las personas comenzaron a suplir ese vacío con los deportes entre mil y un cosas más, pero nada, completamente nada llenaba ese vacío, esa necesidad de tener una esperanza, y aunque existían mil cosas, la única manera de llenar ese vacío es por medio de Cristo. Muchas personas se resisten a ser llenados por Cristo, prefieren suplir ese vacío con lo primero que vean, antes de querer dejar que Dios llene ese gran vacío que solo Él puede llenar.
Y esto no es particular a los que nos pasa hoy en día, también nosotros como lo he emocionado, teníamos una enemistad con Dios, por tanto teníamos ese vacío de necesidad, llenarlo con algo, e inclusive siendo ya creyentes, teniendo ese “vacío” completo, nosotros como hijos De Dios, buscamos otras cosas que nos puedan llenar, evadiendo que Cristo a través de su obra, nos ha llenado, dejamos que el mundo nos lave la cabeza con pensamientos que son meramente humanista, e inclusive la iglesia de hoy en día está permeada por este gran impacto, busca completarse con cosas que el mundo ofrece, hablando de una manera insana. Algo que tiene que quedar muy en claro es que mi identidad, tú identidad radica en que tú estás y yo estoy completo en Cristo, sin necesidad de buscar algo a parte, porque Cristo llene esa necesidad, y la mayor necesidad es y será nuestro Señor Jesucristo.
Para concluir, quiero decirles que hay muchas más cosas de la identidad que tenemos en Cristo, esa identidad que tanto buscamos y que, por la gracia de Dios, por el sacrificio de Jesucristo y por sello del Espíritu Santo pudimos encontrar para vida eterna, y estoy seguro que podríamos pasar horas y horas viendo este tema. Pero es momento de poder llevarlo a cabo en nuestras vidas, no solo recordándolo, sino con nuestros hechos. Pero necesitamos y debemos recordar en cada momento que la identidad no es un premio que hayamos ganado, sino un regalo que por gracia y misericordia nos fue regalada. Que mi identidad no la define la gente, ni el mundo, sino Cristo.
Que el Señor les bendiga.
Luis Ortiz.
Comentarios
Publicar un comentario