16/Febrero/2021.
“Pues ustedes, mis hermanos, han sido llamados a vivir en libertad; pero no usen esa libertad para satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa. Al contrario, usen la libertad para servirse unos a otros por amor.”
Gálatas 5:13 NTV
Una vez cuando estaba escuchando una predicación en el seminario donde estudio, el predicador pregunto lo siguiente: “¿Quién no de aquí no peca?” Y audazmente un compañero levanto la mano. Honestamente me quedo cierta intriga de su respuesta y pasado un tiempo, le pregunte: ¿Por qué dices que ya no pecas? A lo cual él me respondió con mucha seguridad lo siguiente: “Porque Cristo ya me libro de mi pecado y ya no peco más.”
Honestamente me sorprendió su respuesta, pero si verdaderamente nos ponemos a pensar pareciera que nosotros pecamos porque sabemos que Dios nos perdonara, y eso es libertinaje. Tomamos la decisión de hacerlo aun a sabiendas de que a Dios no le agrada, e inclusive, llegamos a decir: “No pasada nada, luego me arrepiento y Dios me perdona.”
De verdad sí nunca lo has hecho te felicito. Ciertamente Cristo nos hizo libres del yugo de esclavitud al que estábamos sujetos (el pecado), pero esto no quiere decir que podemos hacer lo que queramos como si nada importara, no, y el Espíritu Santo nos lo hace ver a través del apóstol Pablo a los Gálatas, que ciertamente les dice que son llamados a libertad, pero esto no implica que puedan entregarse a la carne.
Y les digo que somos así porque en pequeñas cosas lo hacemos notar, e inclusive cuando descargamos canciones de maneras incorrectas, vemos películas en internet de manera ilícita e inclusive hoy en día con el hecho de tomar alcohol, y nos justificamos diciendo: “Pero la biblia no dice que es pecado” y dejamos de lado el testimonio y lo que Dios nos pide por querer justificarnos, y estos mis estimados denota libertinaje, porque en estos pequeños detalles no le tomamos importancia y lo hacemos como si no pasara nada, volviendo al punto de hacer como si no pasara nada y después pedirle perdón a Dios.
El ser libres no es condición para tener libertad para pecar, al contrario, la libertad debe ser un ejemplo de la obra perfecta de redención de nuestro Señor Jesucristo, de una manera que nuestro andar cada día se dirija a la santidad, algo que quiero que quede claro es que no dejaremos de pecar porque este cuerpo esta lleno de maldad, pero sí podemos buscar la santidad todos los días, en cualquier instante delante de nuestro Dios.
Ni tú, ni yo dejaremos de pecar, pero debemos buscar ser más como Cristo y menos como nosotros, porque YA NO estamos sujetos al yugo de esclavitud, sino que ahora somos libres para una esperanza divina, porque cuando reinaba la desesperanza, Cristo la venció y nos dio una libertad que ni el oro ni la plata pueden comprar, sino una esperanza inmarcesible para vivir por el Espíritu, no por la carne. Pablo menciona algo muy importante en el actuar, y termina con lo siguiente, “servíos por amor los unos a los otros”, y esto es mayor, es necesario que nuestra vida deje de enfocarse en la carne y en nuestros propios deseos y pasiones, y comencemos a servir en amor los unos a los otros; que nuestra libertad sea para servir a los hermanos en amor, por amor a Cristo.
Preguntémonos si lo que hacemos le agrada a Dios, pero algo que puede influir más en nuestro corazón es preguntarnos ¿Jesús lo haría? De ahí podremos sacar muchas concesiones si lo que hacemos, lo hacemos porque somos libres en Cristo para servicio de nuestro Dios y los hermanos, o, si lo hacemos para satisfacer nuestra carne aprovechándonos de la libertad que tenemos en Cristo.
Luis Ortiz.
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