28/Febrero/2021.
“Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga bien y nunca peque.”
Eclesiastés 7:20.
¿Alguna vez escuchaste lo de: “Yo soy buena persona”, o que cuando mencionaban los pecados, los denominaban “chiquititos” para sentirse dignos y buenos? ¿También recuerdas esa imagen donde sobresalía admiración y juicio al saber del “gran pecado” del prójimo? Suele pasar que como humanos, catalogamos a los demás como buenos o malos, esta dualidad está basada en nuestro criterio y moral, pero ¿qué dice la biblia acerca de esto?
“No hay quien entienda, No hay quien busque á Dios; Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 'Todos se desviaron, todos se volvieron inútiles. No hay ni uno que haga lo bueno, ni uno solo».” - Romanos 3:10-12.
“Si dijéremos que no tenemos pecado, nos engañamos á nosotros mismos, y no hay verdad en nosotros.” - 1 Juan 1:8.
Claramente no sale de nosotros esa bondad, no nos nace, así está el ser humano de corrompido por el pecado. Dice: no hay justo, no hay quien no peque, nadie busca a Dios. Y esto a muchas personas nos cuesta creerlo porque a nuestra perspectiva no hacemos “nada malo”, pero justo ahí es un buen punto de partida para notar nuestro orgullo y soberbia al autodenominarnos buenos y justificarnos con mentiras idealizadas. Bondad sí existe y está representada por Dios y claramente por Jesús (Lucas 18:19).
Dios justo en su bondad misma, envía a Jesucristo a pagar ese precio del pecado, a proponer la única manera de acercarnos a él y estar en comunión. Dios es quien realmente busca y encuentra. Nosotros no le buscamos. Nosotros somos los perdidos. Vino a morir el bueno por los malos, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios como dice en 1 Pedro 3:18: 'Porque también Cristo padeció una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos á Dios, siendo á la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu. Esta verdaderamente es bondad, y por esto ahora somos justificados y limpios, solo por su bondad reflejada en ese sacrificio. Mereciendo lo peor, nos regaló lo mejor.
Como cristianos saber que no somos justos y buenos por nosotros mismos, es básico, recordamos lo que éramos y lo que seguimos siendo, solo que ahora hay una gran verdad, ahora por Cristo Jesús, en fe, sabemos que somos salvos, aceptos, hijos, justificados y que ahora su bondad mora en nosotros y, si hay algo bueno en nosotros, es un claro destello de Jesús en nuestra vida. Entonces saber que no somos buenos por nosotros mismos nos recuerda realmente de quién dependemos, de donde nos sacó Jesús y que es por pura gracia. Por lo tanto, no caigamos en esa máscara de bondad o incluso religiosidad.
Reconozcamos lo que éramos, y ahora por pura gracia y sin hacer algo por nuestra cuenta, lo que somos en Cristo Jesús. Y no te digo con esto que practiques el pecado porque Jesús ya te salvó, el punto aquí es que por gracia ya somos aceptos, y el resultado de ese amor se debe ver reflejado en nuestra vida por pura gratitud. No somos perfectos, pero tenemos un Dios bueno, justo y perfecto que cada día va trabajando en nosotros.
Recuerda que no hay nada por lo cual nos podamos jactar.
Aplicaciones:
- Ora al Señor que no te permita caer en la máscara de creernos buenos por nuestra cuenta, y que la contrario siga mostrando nuestra condición abrazada por su gracia.
- No te justifiques por lo que hagas, delante de Dios.
Fernanda Corona.
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