20/Febrero/2021.
“Entonces Jacob se quedó solo en el campamento, y llegó un hombre y luchó con él hasta el amanecer. Cuando el hombre vio que no ganaría el combate, tocó la cadera de Jacob y la dislocó. Luego el hombre le dijo:—¡Déjame ir, pues ya amanece!—No te dejaré ir a menos que me bendigas—le dijo Jacob.”
Génesis 32:24-26 (NTV).
¿Has tenido que desvelarte hasta tarde estudiando para un examen? O puede ser que no hayas podido dormir por un problema que no sabes como resolver, o estar desvelado porque un familiar está en un cuarto de hospital, creo que todos hemos pasado noches difíciles, donde simplemente las preocupaciones y problemas no dejan que descansemos. En el libro de Génesis encontramos un episodio en la vida de Jacob donde pasó una noche difícil. Donde por toda una noche luchó por una bendición, en este día te invito a que reflexionemos en este pasaje de la escritura y veamos que Dios tiene para enseñarnos.
Jacob fue uno de los hijos de Isaac, nieto de Abraham, hermano mellizo de Esau, su hermano al ser el primogénito le tocaba por herencia la bendición de su padre, este astutamente como su nombre significa “el que toma por el talón” ya que al momento de nacer su hermano este venia tomando el talón, le hizo que le diera su primogenitura por un plato de lentejas. También en colaboración con su madre, engaña a Isaac haciéndose pasar por Esaú para obtener la bendición, una vez más Jacob le roba la bendición a su hermano. Sale huyendo de su casa y llega con su familiar Laban, donde se enamora de una de sus hijas, Raquel, hace un trato con Laban trabaja para él siete años y este le engaña dándole a su otra hija, Lea. Jacob ahora resulta engañado, trabaja otros siete años por Raquel.
Después, al cuidar los rebaños de sus suegro, este vuelve a usar su astucia para quedarse con los más fuertes y más robustos. Toma su ganado y su familia y se dirige a su casa nuevamente después de años, en el camino se le avisa que su hermano Esaú viene a su encuentro con 400 hombres. En ese momento Jacob se llena de miedo, pues tenía que ver a su hermano que años atrás lo había engañado. Jacob no sabe qué hacer, así que decide usar su astucia nuevamente, divide toda su familia y posesiones en dos campamentos, si su hermano atacará uno el otro podría huir, manda mensajeros con regalos para su hermano para tratar de aplacar la ira que él pensaba que su hermano le tenía, y en este capítulo 32 versículo 22 nos muestra como hizo pasar a toda su parentela del otro lado de vado donde el se encontraba, los hizo pasar un arroyo, entonces el se quedo solo.
Ese el el contexto de esta historia, Jacob tenía miedo, no sabe que hacer, su hermano que antes engaño viene a buscarlo con 400 hombres, no era fácil para él tener un sueño confortable, sabiendo todo lo anterior. Esa noche un varón se le aparece y Jacob lucha con él, Jacob no sabía con seguridad quién era ese hombre, pero sabía que era de parte de Dios, por eso Jacob busca la bendición de Dios. Este versículo 24 y 25 nos muestra cuatro cosas importantes:
- (1) Jacob quedó solo, muchas de las veces vamos a tener que enfrentar las pruebas solos, podemos estar rodeados de gente pero ellos no nos podrán entender en su totalidad.
- (2) Vamos a tener que luchar, no será fácil obtener las bendiciones de Dios.
- (3) Nos menciona el versículo que lucharon hasta que amaneció, a veces va a requerir tiempo, no siempre la respuesta de Dios va hacer instantánea.
- v25 (4) Al estar luchando con este hombre, le dislocó la cadera, imaginate el dolor, y aun así seguía luchando, el camino para la bendicion de Dios a veces será duro.
- v26 Aun con todo lo anterior Jacob le dijo—No te dejaré ir a menos que me bendigas, Jacob no estaba pidiendo más ganado, el ya tenia riquezas, él ya tenía esposa, ya tenía hijos, él lo que anhelaba era la presencia de Dios, la bendición de Dios, tenía miedo de su hermano, ya su astucia y sus tretas no iban a funcionar.
Cuando entendamos que los problemas no vamos a poder resolverlo simplemente con nuestra astucia y capacidad si no que necesitamos depender de Dios, podremos entender que la verdadera bendición es la presencia de Dios en nuestras vidas.
Aplicación:
- Pero en veces para buscar esa bendición va a requerir:
- Pasar momentos de soledad donde nadie nos puede entender.
- Requerirá que nos esforcemos, que luchemos.
- Nos llevará tiempo, no siempre será al instante.
- Y en ese proceso puede ser duro y doloroso. Pero es ahí donde entenderemos que la verdadera bendición es la presencia de Dios en nuestras vidas.
Mario Zavala.
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