19/Abril/2021
“Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza.”
1 Timoteo 4:12 NVI
Hace algunos años en mí primer viaje misionero me pusieron a cargo de 5 chicas adolescentes. Les dijeron a ellas: cualquier cosa que Madai diga o haga hay que seguirla y respetar sus indicaciones. A este viaje misionero llegó mi mejor amiga, ella estaba viviendo en otra ciudad y teníamos por lo menos 2 años sin vernos bien y platicar como deberíamos o quisiéramos.
Así que a la mañana siguiente decidimos que después del desayuno nos adelantaríamos al salón de reunión que tan solo estaba 10 minutos bajando la montaña para aprovechar y platicar y así lo hicimos. Terminamos nuestro desayuno, tomamos nuestras cosas y comenzamos la caminata entre árboles, plantas y hongos; mi amiga estudiaba biología es por eso que menciono los detalles ya que en cada paso había algo nuevo que explorar y comentar al respecto de la naturaleza a nuestro alrededor. Perdimos la noción del tiempo y cuando menos lo pensamos estábamos a la orilla de la carretera… ¡PERDIDAS!
Entonces me preocupé y comencé a pensar en cómo resolveríamos la situación sin tener un teléfono con señal para pedir ayuda. Seguido de esto de pronto percibí pasos, risas y voces detrás nuestro y al voltear me di cuenta que las 5 chicas a mi cargo estaban ahí siguiéndonos, ¡Siguiéndome! y siendo obedientes a las instrucciones que recibieron de los organizadores del viaje. ¡Qué gran lección aprendí aquella mañana! No solo era responsable de haberme perdido por mi falta de atención y cuidado, también era responsable de que 5 chicas más estuvieran perdidas junto conmigo y mi amiga enfrente de la carretera en medio de la nada.
Entendí que consciente o inconscientemente siempre habrá alguien viendo, escuchando y siguiendo lo que yo diga o haga y que debo de buscar más ser cómo Jesús y seguirlo a él para así ser ejemplo a los demás.
Aplicación:
- Examina lo que hablas, pide a Dios sabiduría y fortaleza para ser un buen ejemplo.
- Examina lo que escuchas, pide a Dios sabiduría y fortaleza para ser un buen ejemplo.
- Examina lo que sientes y piensas, pide a Dios sabiduría y fortaleza para ser un buen ejemplo.
Oración: Dios, reconozco que he fallado, que muchas veces no estoy consciente de que debo ser un ejemplo para los demás, te pido perdón porque lo que he hablado, lo que he hecho, lo que he pensado y he sentido no ha dado un buen testimonio de ti. Ahora te pido que me enseñes y me ayudes a tener esto en mente y mi corazón, y que mis pasos lleven a otros a encontrarse contigo y a no perderse en el camino. Gracias porque aun con todo sé que tú tienes el control y me guías en el camino eterno. En el nombre de Jesús. Amén.
P.D. Recordé que en mi mochila tenía un radio, lo utilizamos para encontrar la frecuencia donde estaba el resto del equipo, pedimos ayuda y enviaron a alguien para encontrarnos y llevarnos al lugar correcto. Gracias a Dios.
Madai Herrera
Madai es misionera y Licenciada en Música, mexicana de nacimiento. Dedica su vida a su pasión, que es el servicio a través de las misiones. También, por medio de la música, llega a más personas con el mensaje del evangelio. Te dejamos el link a su spotify donde podrás encontrar más de su material: https://open.spotify.com/artist/7hS2GzFN3uw1Ky8hZeRBF2?si=LIbDqMraR0qDcdT5cC6q2g.
Madai es nueva colaboradora del Proyecto Inspira.
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