20/Mayo/2021
Mateo 5:17-18.
Déjame llamar tu atención al hecho de que cuando Jesús resucitó, era tan sensible a las Escrituras como lo fue antes de su muerte. Él les dijo que «tenía que cumplirse todo lo que está escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras. —Esto es lo que está escrito —les explicó—: que el Cristo padecerá y resucitará al tercer día» (Lucas 24:44-46).
Busca a Jesús donde puedas, él es el antagonista de aquellos que disminuirían la autoridad de las Santas Escrituras. «Está escrito» es su arma contra Satanás, su argumento contra los hombres mal- vados. En este momento los cultos se burlan del Libro y acusan de bibliolatría a aquellos de nosotros que reverenciamos la divina Palabra, pero en esto ellos no obtienen ayuda de la enseñanza ni del ejemplo de Jesús.
De los labios de Jesucristo nunca salió ninguna palabra derogatoria sobre las Escrituras; sino que él eternamente manifestó la consideración más reverente por cada punto y coma de este volumen inspirado. Ya que nuestro Salvador, no solo antes de su muerte sino después de esta, se ocupó de recomendarnos las Escrituras, evitemos con todo nuestro corazón todas las enseñanzas en las cuales el Espíritu Santo quede en un segundo plano.
Charles H. Spurgeon.
Tomado de: A los pies del maestro.
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