06/Mayo/2021
"«Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos—dice el Señor—.Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse. Pues así como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos están más altos que sus caminos y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos."
Isaías 55:8-9 NTV
Es una paradoja que muchos de nosotros no sabemos manejar bien. Fuimos creados por Dios para ser humanos racionales y llevamos en nuestro interior un deseo de conocer y comprender, pero no debemos olvidar que nunca experimentaremos paz interior simplemente por que todas nuestras preguntas hayan sido resueltas. La fe bíblica no es irracional, pero nos lleva más allá de la habilidad de la razón. Como creyentes, en nuestra identidad al ser portadores de la imagen de Dios y la verdad de Su Palabra, reconocemos que es importante estudiar, aprender, examinar, evaluar y conocer. Pero no somos racionalistas.
No confiamos más en nuestra razón que en Dios. No rechazamos lo que Dios dice que es verdad cuando para nosotros no se ve así, y sabemos que los secretos de Dios nos dejarán con misterios en nuestras vidas; misterios que, aun con la mejor teología, no seremos capaces de resolver. La literatura bíblica no disipa la confusión y el misterio de tu vida por que, mientras que Dios revela, Su voluntad para ti en la Biblia, no revela todas las cosas que Dios hará en tu vida por tu bien y para Su gloria. Dios te sorprende. Así que preguntas: “¿Dónde puedo encontrar paz?”. Esta pregunta se responde clara y poderosamente en Isaías 26:3-4 (RVC):
Tú guardas en completa paz a quien siempre piensa en Ti y pone en Ti su confianza. Confíen siempre en el Señor, por que Él es la Roca eterna.
Este pasaje nos dice dónde es que podemos encontrar la paz. No se encuentra al intentar descifrar la voluntad secreta de Dios. No se encuentra en tu plan personal o en el intento de controlar las circunstancias y a las personas en tu vida. La paz se encuentra con fiando en la Persona que controla todas las cosas que no comprendes y en Aquel que no conoce el misterio pues Él lo ha planeado todo. ¿Cómo es que experimentas esta incomparable paz la clase de paz que no desaparece cuando la decepción llega, cuando las personas son complicadas o cuando las circunstancias son difíciles? La puedes experimentar al estar pensando siempre en Dios.
Entre más medites en Su gloria, Su poder, Su sabiduría, Su gracia, Su fidelidad, Su rectitud, Su paciencia, Su celo por redimir y Su compromiso a Sus promesas eternas para ti, más podrás sobre llevar el misterio en tu vida. ¿Por qué? Por que sabes que Aquel que está detrás del misterio es gloriosamente bueno, digno no solo de tu confianza, sino también de la adoración de tu corazón. Es verdad que en tiempos de conflicto la paz no se encuentra tratando de descifrar tu vida, sino adorando a Aquel que tiene todo descifrado.
Paul David Tripp
Tomado de: 37 nuevas misericordias cada mañana.
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