26/Mayo/2021
"Pero entre ustedes será diferente. El que quiera ser líder entre ustedes deberá ser sirviente, y el que quiera ser el primero entre ustedes deberá convertirse en esclavo. Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos»."
Mateo 20:26-28 NTV.
No hay mucho que decir acerca de este pasaje. Tenemos que considerar el contexto de donde viene este pasaje y hacia donde quiere dirigirnos el Señor Jesús; podemos ubicar este pasaje (según el orden que nos da Mateo) después de una serie de enseñanzas y antes de la entrada triunfal a Jerusalén. La madre de dos de sus discípulas se acerca a pedirle un favor, Jesús le dice que ellos (y al parecer, ella tampoco) no sabían lo que estaban pidiendo, por lo que, les explica que cualquiera que en el reino venidero quisiera estar a la izquierda o a la derecha de Cristo, tendría que ser participes de los sufrimientos de Cristo (El Señor les acababa de hablar acerca de lo que pasaría, es decir, de nuevo había profetizado su propia muerte).
Curiosamente, si nos vamos a la historia, uno de ellos fue el primero en morir, Santiago, por lo que, efectivamente le toco probar la copa del sufrimiento. Pero lo interesante está en que los otros discípulos se enojaron cuando escucharon lo que Jesús les decía a Juan y a Santiago. Otra situación curiosa, es que ellos no se preguntaron de que estaban hablando, solo se dejaron guiar por la explicación que el Señor les daba, y al causar enojo en los demás, Cristo los mira y les habla al grupo diciendo:
"Cuando los otros diez discípulos oyeron lo que Santiago y Juan habían pedido, se indignaron. Así que Jesús los reunió a todos y les dijo: «Ustedes saben que los gobernantes de este mundo tratan a su pueblo con prepotencia y los funcionarios hacen alarde de su autoridad frente a los súbditos. Pero entre ustedes será diferente. El que quiera ser líder entre ustedes deberá ser sirviente, y el que quiera ser el primero entre ustedes deberá convertirse en esclavo. Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos»." Mateo 20:24-28
Debemos darnos cuenta que el Señor noto que los demás discípulos no tenían idea de lo que hablaban, pues ellos solo escucharon que Jesús les dijo "no me corresponde a mí decir quién se sentará a mi derecha o a mi izquierda. Mi Padre preparó esos lugares para quienes él ha escogido." (V23), por lo que, era natural que ellos mal entendieran la conversación y quizás, solo quizás (no me atrevo a asegurarlo), en sus corazones y mentes comenzaron a tener pensamientos y deseos incorrectos. Entonces, a base de esta situación Jesucristo les explica que, el que quiera llegar a tener un puesto de autoridad o privilegiado, tendrá que ser esclavo o siervo de los demás. Así como los políticos presumen de su "poder" y abusan del mismo, en el reino de los cielos, el que quiera ser líder, debe ser primeramente siervo de los demás.
Este pasaje me confronta en lo profundo de mi corazón, porque siempre que pienso en un puesto de autoridad o ser la figura principal, el Señor me confronta con estos versículos y me recuerda que, para poder ser líder, primero debo ser siervo. Un ejemplo de lo que va en contra de las reglas y leyes de este mundo. En primer instancia, porque nos invita a ser diferentes y en segundo, porque es un recordatorio que, mi carne debe ser derrotada día con día y cuando mi ego o mi viejo hombre anhele ser la figura principal, debo recordar que no se trata de mí, sino que, se trata de Cristo, siempre se trata de Cristo y siempre debe tratarse de ÉL, no de mí.
Néstor Rodríguez.
Estudiante de Lic. en Teología y Doctrina | Pastor de jóvenes en IBRAV | Director del Proyecto Inspira.
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